En ocasiones la vida
sin aparente razón
hace que pierdas de vista
lo que se halla en tu interior.
Algunas veces la prisa
nos empuja al descontrol
y no vemos la salida
de ninguna situación.
La tristeza te domina;
ya no sientes el calor;
la esperanza está perdida;
solo existe desazón.
Y llega entonces un día
en que por fin sale el sol
y se cierran las heridas
y superas el dolor.
Sientes de pronto la brisa
que aligera el corazón
y una nueva melodía
se funde con tu canción.
Y así, con una sonrisa,
te sale al paso el amor
mientras juegas a la brisca
con las cartas de un tarot.
Friday, July 08, 2011
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